Desde el dia que pedí hora a la dietista que le vengo dando vueltas al asunto. Convertir mi vida en un reality show es algo que en principio me tiraba hacia atras, pero por otro lado, publicando mis vergüenzas quizás me concienciara más si cabe y me auto-obligara a seguir las pautas que me impusiera la especialista en nutrición.
Y digo esto, queridos amigos, porque 117 era el número fatídico que ayer tarde marcaba la báscula de la dietista que visité. A partir de hoy, unos de los objetivos de mi vida será bajar esa cota lo máximo posible.
¿Como lo voy a conseguir?
Despues de la primera visita quedó claro que mis hábitos alimenticios son lamentables, penosos y sobretodo perniciosos. Y el primer objetivo que se ha marcado la dietista es conseguir que adopte unos hábitos saludables. Traducido a hechos concretos a partir de hoy tengo que desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar. Tengo que habituarme a realizar todas esas ingestas. Sin pasarme pero sobretodo sin olvidarme ninguna.
Las únicas prohibiciones de momento, son los fritos, el pan y el azucar. Y como obligaciones el agua y el ejercicio. Tengo que beber almenos un litro y medio de agua al dia y tengo que encontrar algún momento durante la semana para realizar algún (el que sea) tipo de ejercicio. Ésto último me va a costar.
Soy (quiero serlo) otimista en cuanto a los resultados. Almenos en una primera fase. No es la primera vez que me pongo a dieta y se que los primeros kilos «caen» con facilidad. El verdadero problema es la constancia.
El dia 16 tengo visita de nuevo.