La cosa es muy divertida.
Le dejas un Ipad a un niño o niña y casi con toda seguridad que acabará jugando con el photobooth y llenándote el carrete de fotos como ésta.
Se las estoy guardando todas. Cuando sea mayor, o mejor cuando se emancipe, le regalaré un poster gigante con todas las fotos que ha dejado en el Ipad.
Entonces nos reiremos todos.