Creo que para todos el de Carnaval nos ofrece una visión muy concreta de fiesta y desenfreno.
Pero no en todos los sitios es igual, y este fin de semana he tenido la ocasión de visitar un lugar donde el carnaval discurre de manera tranquila, y el hecho más notorio lo marca la invitación a todo aquel que lo desee de a un buen plato de «Escudella barrejada«.
Se trata de La Festa de la Caldera de Montmaneu, un pueblecito de la comarca de L’Anoia. Una tradición que se remonta al siglo XIV , y que cuenta que a la entrada de la Cuaresma era costumbre invitar a los más desprovistos de un buen plato de comida caliente.
Era un día ventoso y frío, pero nada más entrar en el pueblo una amable chica nos invitó a un buen tazón de «Brou» (caldo) bien calentido. Eso si que fue entrar con buen pie.
Durante la mañana pudimos disfrutar de un mercado tradicional, donde los tenderos ataviados con ropajes medievales no cesaban en ofrecernos sus productos. Embutidos, quesos, repostería, trabajos en madera, bisutería, todo un abanico de posibilidades para elegir.
Cayeron un queso de cabra de Moia, unas secallonas de Vic y unas madalenas inmensas que no recuerdo de donde erán.
También hubo música, bailes y una actuación humorística. Y para acabar la mañana pudimos degustar la «Escudella barrejada» que un grupo de 6 cocineros estuvieron preparando durante toda la mañana, en la misma plaza mayor de Montmaneu, en unas marmitas inmensas.
Una manera diferente de pasar una mañana de domingo, en la que los que realmente disfrutaron fueron mis hijos.
Os lo recomiendo para otro año.
Aquí podéis ver el resto de las fotos. Espero que os gusten. Y como de costumbre vuestros comentarios serán bienvenidos.