Especímenes de parque

Leyendo la entrada de los especimenes de los chats en la bitácora de Carla, se me ocurrió la idea de crear una lista sobre los tipos de personas que visitaban los parques infantiles.Es un tema que conozco bastante bien, pues hace más de 5 años que los visito asiduamente, y en más de una ocasión habia realizado reflexiones personales sobre la gente que veia.

Los abuelos

Desde luego que son los más entrañábles y divertidos. Al verlos no puedo evitar soltar una sonrisa, pues la mayoria de ellos corren detras de sus nietos de atracción en atracción, y los nietos, malvados ellos, parecen que disfruten más haciéndoles sudar la gota gorda.

 

Los «vengavamosal»«Papaplastas» (a petición de Carla)

 

Al contrario que los abuelos, éstos se dedican a tirar de sus hijos de atraccion en atraccion. Parece que les moleste que sus hijos quieran disfrutar del tobogan y sólo del tobogan. Al ritmo del «venga! vamos al …» arrastran a de sus sollozantes hijos, a ir cambiando de atracción.

 

Suelen estar todo el rato encima de ellos, explicándoles como jugar a esto o a aquello y dándoles la lata.

 

Los «jugones»Con estos me rio mucho. Generalmente van acompañados por niños que pasan de todo. Que no les gusta nada, e intentan en vano que sus hijos monten a alguna atracción.
Le llamo «jugones» porque la mayoria de las veces intentan convencer a sus hijos, probando ellos la atracción; se tiran por los toboganes, suben en los columpios, se suben a las estructuras, se montan en los caballitos de los pequeñines, … habeis visto algo mas hilarante que un señor de 90 kilos cayendose por los dos lados de un caballito de parque infantil ?

Los «comepipas»

Estos pasan de todo. Normalmente son los que tienen los hijos mayores.
Llegan al parque con su hipermegasuperpetabolsa de pipas, se sientan en el banco y comienzan a charlar con los de su condición.
Posiblemente, si el hijo de alguno de éstos, robara en la tienda de pollos alast de la esquina, ni se enterarian.

 

 

Los histéricos (a petición de Manuel)

 

Son los que van continuamente detrás del niño, creyendo que si ellos no están pendientes le pasarán mil y una desgracias. –No te subas allí!, –baja de allá, –Deja eso!!…

 

Facilmente reconocibles por los gritos que proliferan.

 

 

Los «observadores»Son los que gustan que sus hijos jueguen a su puta bola. Que hagan lo que quieran. Que arreglen sus problemas con los demás a su manera. La tanda en el columpio, sus juguetitos o los de los demás en el bumper de tierra, o las pequeñas diferencias o fricciones que puedan acaecer, es algo por lo que se deben preocupar a ellos y solo ellos deben dirimir. Obviamente actuan si ven que puede llegar la sangre al rio.

Caminan porque el parque como el que no quiere la cosa, eso si, sin perder ojo a sus hijos. Incluso en algún momento pueden llegar a parecer psicópatas de parque, y sólo cuando contactan con sus hijos, entiendes que ese tipo no está pululando por el parque asi como asi.

 

Yo creo que estoy en este grupo.

 

 

Dedicado a Carla porque seguro que pronto formará parte de la fauna parquística Wink

Amor de padres

Divertida presentación que me sirve de pruebas para insertar presentaciones desde Slideshare

Amor de padres

Hay que amarlos o no ??

Divertido relato breve

He recibido el siguiente relato por correo electrónico. En él se dice que ha sido premio (Planeta?) de novela corta, pero he investigado un poco y no ha sido así. Es un relato que corre por internet desde el año 2001. Una layenda de internet.

Aún así, merece la pena leerlo.

EL HIJO PUTA

Estaba sentado el otro día delante de mi ordenador cuando me acordé que tenía que llamar por teléfono a un compañero.

Descolgué el auricular y marqué el número de memoria.

Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo:

"¿Qué quiere?". 

"Soy Ignacio Martínez, ¿podría hablar con Roberto Espárrago?" dije amablemente.

"Te has equivocado, gilipollas", me respondió y acto seguido colgó.

No daba crédito a lo que me estaba ocurriendo. Cogí mi agenda para buscar el número de mi compañero y comprobé que, efectivamente, me había equivocado. 

Pero como aún recordaba el número "erróneo" que había marcado anteriormente,

decidí volver a llamar a aquel tipo y cuando me cogió el teléfono no esperé a que contestase y le dije: 

"Eres un hijoputa", y colgué rápidamente.

Inmediatamente apunte aquel número en mi agenda junto a la palabra "hijoputa". 

Cada dos o tres semanas, cada vez que estaba cabreado porque me llegaba una letra inesperada, o un aviso de multa, o discutía con mi mujer, o alguna situación por el estilo volvía a llamarlo y sin dejarle contestar le decía:

"Eres un hijoputa". 

Esto me servía de algún modo como terapia y me hacía sentirme mucho más relajado.

Unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de identificación de llamadas, lo cual me deprimió un poco porque tuve que dejar de llamar al "hijoputa".

Pero de repente, un día se me ocurrió una idea:

Marqué su número de teléfono y cuando escuché su voz le dije: 

"Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de identificación de llamadas". 

"No" me dijo el tío grosero, y me colgó el teléfono. 

Rápidamente lo volví a llamar y le dije:

"Eres un hijoputa".

Un mes después, estaba yo esperando con mi coche a que una anciana saliera de la plaza de aparcamiento del Hipercor. Esta lo hacía muy lentamente y cuando terminó la maniobra y me disponía yo a ocupar la plaza libre, apareció un Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en el hueco que iba yo a ocupar. Comencé a tocar el claxon y a gritar: 

"¡Eh, oiga!, ¡que estaba yo esperando!, ¡no puede hacer  eso!". 

El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro comercial ignorándome como si no me hubiera oído. Yo me quedé completamente frustrado y pensé:

"Este tío es un hijoputa. El mundo está lleno de ellos".

 Justo en ese momento vi un letrero de "SE VENDE" en el cristal de atrás del

Golf. lógicamente anoté el número y me fui a buscar otra plaza de aparcamiento.

A los dos o tres días, vi en mi agenda el número del  "hijoputa"  y me acordé que había anotado el número del tipo del Golf.  Inmediatamente le llamé y le dije: 

"Buenos días. ¿Es usted el dueño del Golf GTI negro que se vende?" 

"Sí, yo mismo" 

"¿Podría decirme donde puedo ver el coche?" 

"Sí, por supuesto. Yo vivo en la calle de Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa, es un bloque amarillo y el coche esta aparcado justo enfrente de la casa" 

"¿Cómo se llama usted?"

 "Enrique Juárez" 

"¿Que hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir los detalles de la operación, Enrique?" .

"Pues yo suelo estar en casa por las noches". 

"¿Puedo decirle algo, Enrique?"

 "Si, claro"

"Enrique, eres un hijoputa de la hostia", y colgué el Teléfono. 

Inmediatamente después de colgar anoté el número en mi agenda al lado del otro, pero en este puse el nombre de "hijoputa II".

Ahora tenía dos "hijoputas" para llamar y así estuve durante dos o tres meses, llamando ahora a uno, ahora a otro; hasta que comenzaba a aburrirme un poco.

Me puse a pensar en serio sobre como resolver este problemilla y al cabo de un par de whiskies se me ocurrió algo.

Primero llamé al "hijoputa I":

"Dígame"

"Hola hijoputa" – pero esta vez no colgué.

"¿Estas ahí todavía, verdad, cabrón?"

"Si, hijoputa".

"Deja ya de llamarme o …"

"Noooooo".

"Si supiera quien eres te rompía la boca", me dijo.

  "Me llamo Enrique Juárez y si tienes cojones vienes a buscarme. Vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa, en un bloque amarillo, justo en la puerta donde hay aparcado un Golf GTI negro, so hijoputa"

"¡¡¡Ahora mismo voy para allá!!! Tu sí que eres un hijoputa y ya puedes ir rezando todo lo que sepas. Te voy a mazar a hostias"

"¿Si?. ¡Que miedo me das, hijoputa!" y colgué el teléfono.

Inmediatamente llame al hijoputa II:

"Dígame"

"Hola hijoputa" y no colgué.

"Como te pille algún día…"

"¿Que me vas a hacer, hijoputa?"

"Te voy a patear las tripas, pedazo de cabrón"

"¿Sí?, pues a ver si es verdad, hijoputa. Ahora mismo voy hacia tu casa" y colgué.

Por ultimo, cogí el teléfono y llame a la policía.

Les dije que estaba en la calle Don Ramón de la Cruz esquina con Montesa y que iba a

matar a mi novio homosexual en cuanto llegara a casa. luego hice otra llamada rápida a "Madrid directo" y les dije que iba a haber una pelea de pandillas en la calle Don Ramón de la Cruz esquina Montesa.

Y entonces me monté en mi coche y me fui para allá a toda leche.Te juro que es una experiencia que nunca olvidaré. La mayor pelea que he visto en mi vida. Hasta los cámaras de Telemadrid se llevaron lo suyo.

En fin, después de esto espero que cuando te llame por teléfono me contestes en tono amable.

Ya sabe, no es bueno que yo me irrite. "

FIN

Y digo yo… ¿Quien es más Hijo de puta? Wink


el truco del funcionario

Otro video que me ha enviado Ana. Al final esta chica va resultar una mina.

Se trata de un ingenioso truco, para que parezca que el funcionario está en su puesto trabajando.

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Video de mágicos cambios de vestidos

Ana me ha enviado éste video que es simplemente alucinante.

Se trata de un programa de televisión americano, donde la ayudante del mago cambia constantemente de vestidos.

El final es apoteósico.

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