Todo lo bueno se acaba, como no. Y las vacaciones de éste año han llegado a su fin. De nuevo me veo embarcado en la nave Rutina rumbo a la cotidianedad.
Aún me queda jornada intensiva por lo que no está todo perdido, pero la sensación de que me queda todo un año por delante para volver a coger vacaciones se ha instalado en mi cabeza y cuesta arrancarla.
Releyendo el párrafo anterior, suena a síndrome post-vacacional. Será eso.
Durante los próximos días espero poder escribir algunos post sobre los lugares que he visitado éste año.
Pero antes de poder colgar fotografías y realizar recomendaciones, es precioso revisarlas, ordenarlas, retocarlas (si fuera preciso) y todo eso requiere dedicación. Y estoy muy perro.
Espero que escribir éste post, me obligue a cumplir esta promesa.
Éste año ha sido un año movidito en cuanto a desplazamientos. Hemos realizados muchas visitas a lugares atractivos por algún que otro motivo, tanto en la Costa Brava donde llevo veraneando los últimos 5 años como en Cantabria.
En el Baix Emporda a los lugares que solíamos visitar; Monells, Pals, Peratallada o Torroella de Montgrí hemos de añadir lugares como Púbol, Calella de Palafrugell, Figueres o la propia Girona.
En Cantabria una ruta clásica; San Vicente de la Barquera, Comillas, Santillana , Cabárceno y Santander. Y no por clásica desmerecida, puesto que son lugares preciosos y totalmente recomendables.
En fin, ahí queda mi compromiso de crear en los próximos días unas entradas hablando de estos lugares.
Una respuesta a «El final de las vacaciones»