Desde luego que era imperdonable.
La de años que llevo veraneando en la provincia de Girona, y todavía no había visitado su capital.
Pues de éste año no podía pasar y pude dedicarle al menos una mañana. Y lo cierto es que me quedé gratamente sorprendido. Aunque muy a mi pesar, sólo fue una mañana. Lo justo para dar un paseo por la rambla , visitar la Juderia o «El Call» como lo llaman allí, la Catedral y poco más.
Prometo volver y dedicarle más tiempo.
A continuación os cuelgo algunas de las pocas fotos que pude tomar, como siempre os agradeceré vuestras opiniones en los comentarios.
Esto ha sido todo, espero que os hayan gustado.